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VI Feria de la Semilla.Red Ciudadana Frente a los Transgénicos de El Salvador.COMUNICADO DE PRENSA.San Salvador, 5 de Mayo de 2007. Fuente: Red Cuidadana Desde tiempos coloniales, nuestros pueblos no han tenido una política agrícola propia, siempre se nos ha impuesto actividades agrícolas ajenas a nuestra cultura; por ejemplo, con los conquistadores españoles, los cultivos de agro exportación: el añil, el cacao y otros, con los norteamericanos en los años 60 fue introducida la revolución verde: las grandes plantaciones que se sustentan en la siembra de semillas híbridas, utilización de grandes cantidades de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos en los monocultivos de caña, algodón, plátano, banano; otros como la producción a gran escala de carnes, huevos y leche. Así también en los últimos días, el gobierno salvadoreño a impuesto la siembra de monocultivos para la producción de los biocombustible. Hoy en día se introducen al país, con el consentimiento de la administración gubernamental, semillas producidas a través de técnicas de ingeniería genética, es decir semillas transgénicas que prometen ser resisten a las plagas, a sequias y presumen erróneamente dar mayor productividad. Entre las décadas del 60 y 70 se promovió la utilización indiscriminada de pesticidas en las plantaciones de algodón del oriente del país y aún estamos sufriendo los efectos de la destrucción de los bosques salados, la contaminación de los mantos acuíferos, el suelo y los problemas crónicos de salud de la población. El mismo discurso que trajo al país Norman Borlaug promoviendo la revolución verde, es utilizado ahora para promover la ingeniería genética, que es el de combatir el hambre en el mundo; ahora su nieta, Julie Borlaug está reproduciendo a 57 años el mismo discurso de su abuelo en el combate al hambre, lo que predice no obstante es mas hambre, destrucción, aumento de la contaminación y enfermedades mas fuertes y resistentes, así como la dependencia a las empresas dueñas de las semillas y sus productos. La revolución verde significo la concentración de la tierra en pocas manos y la producción de semilla transgénica significa la concentración de tierras en manos de empresas trasnacionales. Los transgénicos implican la sustitución de la agricultura campesina e indígena por la agricultura mercantilizada cuya finalidad es la generación de riqueza, sin importar que la población tenga una alimentación sana, nutritiva y que le permita a la familia salvadoreña una salud integral. En la actualidad no existe un política integral de desarrollo rural, y se sigue condenando a la agricultura a su extinción, llevando a nuestro país a una dependencia alimentaría y a la entrega de tierras de vocación agrícola al capital nacional y transnacional, así como se conceden ciertas áreas agrícolas para la experimentación de OGM, la promoción de plantaciones forestales y el cultivo de caña de azúcar y tempate para la producción de biocombustibles. Este tipo de actividades agrícolas tiene implicaciones graves en los recursos naturales y por consecuencia en el calentamiento global y la pérdida de diversidad de especies nativas, y sin embargo son elementos fundamentales en la política agrícola gubernamental, lo que demuestra que las autoridades y las empresas están más preocupadas en producir alimentos para los vehículos que para la gente, lo que equivale a optar por “tanques llenos a costa de estómagos vacios”. Nuestras comunidades indígenas y campesinas, proveedoras de un gran conocimiento de miles de años de experiencia, han domesticado y mejorado todas las variedades que hoy sirven para la alimentación. Este aporte a la seguridad alimentaria de los países, ha sido posible gracias al intercambio del conocimiento, la diversidad biológica y al mejoramiento tradicional de las semillas. Ante la amenaza de gestionar la instalación en el país el primer centro de biotecnología agropecuaria de América Latina, y la introducción, utilización y comercialización de los organismos genéticamente modificados al país. La Red Ciudadana Frente a los Transgénicos en El Salvador manifiesta su rechazo a los organismos modificados genéticamente y a seguir convirtiendo nuestro territorio en un campo experimental para la biotecnología moderna. Ante esta problemática, exigimos:
"POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA, APOYEMOS LA PRODUCCIÓN AGRICOLA LOCAL Y AGROECOLOGICA".
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